Una de las cosas que más nos llamó la atención fue el poco tráfico que nos encontramos por la carretera, supongo que influyó el estar en el norte (mucho menos turístico que el sur) así como la climatología (hielo y nieve), aunque reconozco que las ruedas de clavos y el 4x4 ayudan mucho.
De camino hicimos varias paradas siguiendo las guías de viaje; Pingeyrar con su famosa iglesia de piedra y su cementerio cercanos al lago Hóp, la bahía de Blönduos que tenía una capa de hielo o en las granjas de hierba en Glaumbær que también estaban cubiertas de nieve.
Ya en Akureyri que es la segunda ciudad en importancia del país, a pesar de contar tan solo con unos 18.000 habitantes pero que cuenta con bastantes servicios, museos y sitios interesantes de ver como su iglesia, el jardín botánico, Hof (centro cultural de música y artes), el puerto o el cercano Christmas Garden una tienda especializada en adornos, motivos navideños y dulces típicos islandeses de estas fechas.
Otro sitio que me gustó bastante fue el animado hostel-restaurante-bar Akureyri Backpackers con una amplia selección de cervezas y unas riquísimas hamburguesas o el R5 es otra buena parada para degustar las cervezas locales.
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