lunes, 26 de febrero de 2018

DE SIMULACRO CON LAS FUERZAS ARMADAS

La semana pasada recibí una llamada en el teléfono móvil: " Te toca ir de maniobras", ya os podéis imaginar mi cara, yo que tengo que reconocer que no hice ni la mili.
Al final tampoco era tan exagerado, es lo que tiene cuando tus colegas siempre están bromeando, se trataba de una demostración de las Fuerzas Armadas para ver su capacidad operativa en la asistencia y evacuación de heridos en un simulacro de un ataque terrorista con gas sarín en un área turistica.
El ejercicio les enfrentaba a un artefacto de baja potencia que dejaba tres heridos, a los que se sumaba el caos producido por un segundo artefacto ( este con gas sarín), que contamino a las tres víctimas iniciales y provocaba varios heridos más.
Entonces los participantes tenían que trasladar a los heridos siguiendo una serie de protocolos al interior de un túnel de descontaminación, para después llevarle a un hospital militar levantado en un sitio próximo a la explosión donde era estabilizado para su posterior traslado en un helicóptero modelo Súper Puma al hospital más cercano.
Logrando hacerlo todo en un tiempo récord, para que si este supuesto o uno parecido ocurriese estar preparados para actuar.
Este simulacro fue retransmitido por circuito cerrado a los participantes en el III Congreso Internacional de Sanidad Militar que se estaba desarrollando en el paraninfo del Palacio de la Magdalena en Santander.
Al final de la tarde llegue a casa con la sensación de haber visto más "estrellas" que en una película de hollywood y no por los protagonistas más bien por la cantidad que vi en solapas y hombros.






























































viernes, 16 de febrero de 2018

LOS ZAKO-ZAHAR EN LESAKA

Como es habitual en estas fechas y siguiendo mi gusto por los carnavales rurales o ancestrales, decidí acercarme hasta la localidad de Lesaka en la Comunidad Foral de Navarra, para fotografiar su carnaval y a sus personajes los "Zako-Zahar" cuya traducción sería "Saco Viejo".
Se llaman así porque visten con tres sacos, uno a modo de camisa y los otros dos en las piernas, rellenos de entre 15 y 20 kilos de paja. Y un grupo de mujeres se prestan voluntarias a coser los sacos. Los Zako-Zahar además llevan la cara cubierta con unos pañuelos blancos, se adornan con sombreros de paja y llevan en la mano una vejiga de cerdo inflada (pizontzia)  con la que golpean al público.
A primera hora de la tarde me acerqué hasta el frontón del pueblo, donde ya habían metido la hierba seca y las madres y padres ayudaban a vestirse a los más pequeños, después vendría el turno de los mayores, este año salían unos setenta Zako-Zahar en total.
Esta antigua tradición estuvo prohibida y resurgió en los años 70 como en muchas otras localidades de España.
Una de las cosas que más me gusto era el buen ambiente y camaraderías que se respiraba en el interior del frontón entre todos los participantes y gente que allí acudió, convirtiéndolo también en una fiesta, riéndose,bebiendo y tirándose unos encima de otros, con lo que después les costaba levantarse.
 Y a pesar de que llovía a mares al caer la tarde salieron a recorrer y dar unos "vejigazos" al público que había por las calles.
Al final como siempre disfruté mucho tanto gráfica como personalmente participando en este carnaval.