Oporto es la tercera ciudad más poblada de Portugal y al ser un enclave importante para culturas de todos los tiempos (Celtas, Romanos, Visigodos, Musulmanes...) que dejaron su huella, cuenta con un amplio patrimonio histórico, aunque durante las últimas décadas ha sido sometida a una amplia modernización. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 y destacan barrios como el de Batalha, con su iglesia de San Ildefonso cuya fachada esta compuesta por más de 11.000 azulejos, la famosa Rua de Santa Catarina, una de las áreas comerciales y gastronómicas más importantes de la ciudad o la Rua Candido Dos Reis con un animado ambiente nocturno y de visita ineludible para disfrutar de una copa. Una curiosidad que me llamó la atención fueron las cabinas de teléfono de color rojo iguales a las de Londres, que son fruto de la buena relación entre Portugal e Inglaterra o mejor dicho de los buenos acuerdos comerciales mantenidos a lo largo de su historia y que podías encontrar por algunas calles.
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